Me fui de lugares de los que no quería irme, pero, si no me hubiese ido, no hubiera podido volver a mí.
Porque hay lugares que uno tiene que abandonar para no abandonarse a uno mismo.
Lo malo es que no existen instrucciones para hacerlo.
No, nadie sabe cómo irse de un sitio del que no había querido marcharse nunca. Pero si te vas es porque que te diste cuenta de que ya no cabes. Así que vete, aunque te aterre, porque el miedo también es parte de crecer y las raíces que se aprietan son las primeras en secarse.
Alguna vez alguien me dijo que las decisiones más difíciles se toman sobre todo cuando sientes miedo.
Que, cuando más miedo tengas de saltar es justo cuando tienes que lanzarte, de otro modo simplemente vas a quedarte en el borde esperando por un momento que no termina de llegar.
Pero no te hagas eso. No esperes, porque algo que es cierto para todo el mundo es que nadie, nunca, está completamente listo para dar “el salto”, y creo que esa es la belleza de atreverte a apostar por ti, de lanzarte a pesar de que sabes que no existen garantías, que te puedes equivocar pero que al menos ya no vas a quedarte en el “casi”.
Piensa que la vida que quieres te va a costar la que tienes ahora.
Pero primero tienes que intentar
Hasta que salga bien, o a hasta que te des cuenta de que por ahí no va a salirte.
Me gusta pensar que equivocarte es una de las formas más rápidas para llegar a la respuesta correcta, (y cuando digo correcta, no me refiero a la acertada, sino más bien a la que -es- para ti). Claro que hay errores que nos dejan heridas, pero te prometo que no son incurables. Aunque lo parezcan.
Habrán heridas que tarden más tiempo en sanar y otras que probablemente recuerdes por la marca que te dejaron. Pero piensa que sobretodo recordamos aquello a lo que pudimos sobrevivir.
Ninguna herida es tan mortal como la de arrepentirnos de lo que no nos atrevimos a hacer.
Ojalá hubiéramos aprendido antes que los errores no solo cierran puertas, sino que nos llevan a abrir las que sí fueron hechas para nosotros.
Creo que tener coraje se resume a pensar más en tus alas que en el piso.
Cuando sientas que no puedes soltar, déjate ir.
- lunatintaypluma
¡Gracias por leer ¿Aló?!
También tengo un libro con los escritos que me ayudaron a sanar. Se titula: “Los pájaros tristes también cantan”
Lo genial del libro es que no tiene un orden, me gusta pensar que es una ruleta y los escritos te encuentran dependiendo de la página que abras.
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Gracias por estar.