La primera vez que me sentí invencible fue cuando le quité las ruedas de apoyo a la bicicleta.
Cuando vi que fui capaz de no caerme y comencé a dar vueltas en el patio encementado de mi abuela hasta el cansancio. En ese entonces era inmune al frío, y desconocía que ese era uno de los superpoderes que al parecer le corresponden a la infancia.
El resto lo perdemos, o lo vamos olvidando.
Porque el tiempo pasa y no te das cuenta de que estás creciendo. Dejas los flotadores, andas en bicicleta, se te caen los dientes. Hay momentos en la vida en los que somos valientes sin siquiera darnos cuenta.
Creo que las primeras veces se terminan sobretodo porque dejamos de buscarlas.
Por eso antes de crecer tal vez sería bueno poder elegir las cosas de la niñez que ansías que se queden contigo, como esa de saber exactamente lo que quieres hacer.
Pero pasa el tiempo y los miedos también crecen.
Y entonces eso de ser valiente implica un riesgo mucho más grande que el de atravesar una habitación en completa oscuridad.
Crecemos y nos sentamos en el borde, a veces a esperar y otras a ver si alguien se anima a empujarnos.
Crecemos y se nos olvida cómo decidir.
Entonces la vida comienza a sentirse como una carrera en la que no puedes parar a tomar aire porque prefieres asfixiarte antes de saber que “los demás” te están rebasando.
Y así, así es como ocurre.
Eliges caminos que no son tuyos y te equivocas por correr sin ver hacia dónde.
Aprendimos (no sé bien de dónde) que crecer implica cambiar los “quiero” por los “tengo qué”.
Habrán cosas que sean un poco más complicadas de modificar en tu vida, porque es obvio que todos “tenemos que” pagar el alquiler, pero me refiero a las otras, las que te regresan a esa edad en donde corres en camiseta a las 7 de la noche y no sientes frío porque nada más importa.
Quiero creer que seguimos teniendo los superpoderes que nos vieron crecer.
Y que solo hace falta practicarlos.
Tal vez necesitas volver a las primeras veces, a no sentir vergüenza, a jugar solo porque sí, a hacer que la imaginación sea algo que no te juegue en contra, y a decirte siempre, siempre la verdad.
Al final eres tan invencible como te lo recuerdes, pero mira que a veces también es necesario tomar un respiro para darte cuenta de si lo que buscas sigue siendo lo que quieres todavía.
Porque es tú juego y son tus reglas.
No importa cuánto avanzaste en un camino que no era tuyo.
Detente. Ajusta las ruedas de apoyo
y vuelve a empezar.
- lunatintaypluma
Para mí escribir es como volver a jugar porque nunca tengo idea de lo que voy a encontrarme del otro lado.
Así es como practico. Este es un juego que me devuelve mucho más de lo que le entrego, y que me enseña a mirar en el proceso.
Sí esto resonó contigo y este mes quieres darte un espacio para CREAR, y desahogarte de paso aquí te comparto los talleres de septiembre.
Puedes ver la info aquí. (puedes unirte por dm en insta - lunatintaypluma)
Gracias por compartir este espacio conmigo!!!
te quiero
- gaby
Tan hermoso♥️
Así es, la magia de creer en las primeras veces es un viaje de ida, cuándo uno comienza a ver el mundo con la magia de las primeras veces no termina esa travesía... ❤️🩹
Tú primera vez yendo al parque con un polo verde.
Tú primera vez sonriéndole al espejo mientras le cuentas que sí has sido valiente...
Tú primera vez viendo una peli sola en el cine
Tú primera vez escribiendo este texto un lunes en la tarde...
Yo he decidido que mis primeras veces sean infinitas y he comenzado a ver el mundo como si estás no terminarán. Esa es como la magia de dejarnos guiar por nuestro niño interior...
Gracias por tus textos en esta linda tarde, ameee 📜❤️🩹