Mi casa se quema.
El humo crece y se vuelve un gigante que toca el sol para volverlo color naranja.
La luz es tan preciosa que casi hace que me olvide que viene del dolor.
Los pájaros gritan antes de irse, la gente corre porque no tiene alas pero a los árboles no les queda más que apretar las raíces mientras el fuego les va arrancando los años.
Hoy alguien quizo manchar el cielo.
Los helicópteros zumban como abejas desesperadas mientras una ola roja se devora la montaña.
Pienso que eso es precisamente lo que pasa con todo lo que nace desde la rabia, una vez que se desata, se convierte en un animal insaciable.
Las ambulancias suenan pero el paciente no puede moverse. Empiezo a creer que el miedo huele a carbón.
Los segundos se convierten en fósforos.
Camiones, baldes, mangueras, 215 bomberos.
Mi casa se quema.
El humo se esparce para avisar que lo verde se volvió negro.
Les pido a las nubes que hagan algo pero me dicen que no pueden curar lo que otros hirieron.
Lloro, pero no es suficiente para apagar el fuego.
-lunatintaypluma
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Gracias por compartirlo Gaby 🤍❤️🩹
Qué hermosa y triste carta, me duele horrores la situación y las palabras las siento tan fuerte.
Me ha conmovido mucho.