Qué difícil es decidir
Sobre todo cuando muchas cosas se parecen a “la opción correcta”.
Creo que el miedo a equivocarse resulta más grande que el mismo miedo. Es la idea, la posibilidad de fracaso lo que no te deja elegir si el pie le corresponde al freno o al acelerador.
Hay cosas que nunca dejan de ser impredecibles, pero eso no significa que no puedas encontrar tus propias certezas. Seguro ves que hay respuestas que vuelan y otras que apenas están aprendiendo a caminar para encontrarte.
Unas se sienten como abrazo, y otras como bofetada.
Pero aprender a diferenciar entre lo que realmente está pasando y lo que piensas que “puede pasar” es mucho más sencillo de lo que parece, y va más allá de si te equivocas o no.
Lo que dictamina que una decisión sea, o no, “correcta” está en las -posibilidades- que llegan una vez que la tomas. En el riesgo de que ocurra, o de que no pase en absoluto. Así es como funciona el dominó. Juegas la mejor pieza que crees que tienes para que el resto se pueda acomodar.
Pero no solo juegas tú.
Hay muchas cosas que pasan en la mesa, piezas que se pierden, que no llegan, y otras a las que quizás no tenías que apostarles en ese momento. El juego de la vida tiene demasiadas reglas. Y la verdad es que no siempre vas a poder aprendértelas desde el principio.
Deepak Chopra dijo algo que explica perfectamente lo que intento decirte.
“Si te obsesionas con el hecho de saber si estás tomando la decisión correcta, básicamente estás asumiendo que el universo te recompensará por una cosa y te castigará por otra.
El universo no tiene una agenda. Una vez que tomas una decisión, se soluciona esa decisión. No hay nada bueno o malo, sólo una serie de posibilidades que cambian con cada pensamiento, sentimiento y acción que experimentas”.
No existe la opción “correcta”,
Existe una elección -correspondiente- a lo que decidiste. Existe una respuesta. Dependerá de ti determinar si es que tenías o no que jugártela. No hay garantías. Pero quedarte en la mitad no te hace valiente.
Es cierto que rompemos las reglas, y que hay reglas que nos rompen a nosotros. Con o sin querer.
Sea cual sea el resultado nunca dejes de ponerle el pecho a las balas.
Recuerda que fuiste tú quien decidió disparar, y que “bueno” o “malo”, el resultado jamás llega a tocar a una sola persona.
No es mala puntería. Es falta de práctica.
Ni castigo, ni recompensa.
Aprender a decidir es un arte de escoger tus consecuencias.
- lunatintaypluma
"Es cierto que rompemos las reglas, y que hay reglas que nos rompen a nosotros. Con o sin querer.
Sea cual sea el resultado nunca dejes de ponerle el pecho a las balas."
Mi parte favorita 💜