Para irse también hay que ser puntual

No me gustan las puertas medio abiertas.

Porque así es como entra el frío.

Es por eso que estoy aprendiendo a cerrarlas, a pasar la página a pesar de haberle doblado una esquina, y voltearla en lugar de que me la tenga que arrancar.

Quiero dejar de elegir las cosas que me hacen renunciar a mí.

Despedirme de lo que tiene escrito más pasado que presente y entender que lo que no supo quedarse conmigo, tampoco sabrá avanzar.

Me costó entenderlo, pero prometo que es más sencillo de lo que parece:

Si sientes que el mundo se para, sigue tú.

Podrá doler que no te acompañen, pero duele mucho más quedarte esperando a que haya alguien que se atreva a hacerlo. Elige por y para ti. Ya la vida se encargará de mostrarte a quienes también querrán correr contigo.

Cierra la puerta, aunque duela, y quítate el frío.

Pues para irse, también hay que ser puntual.

- lunatintaypluma

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¡Gracias por leer ¿Aló?!

También tengo un libro con los escritos que me ayudaron a sanar. Se titula: “Los pájaros tristes también cantan”

Lo genial del libro es que no tiene un orden, me gusta pensar que es una ruleta y los escritos te encuentran dependiendo de la página que abras.

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Gracias por estar.

-gaby