Qué difícil es quitar el pie del acelerador.
Pero que necesario es hacerlo cuando te das cuenta que te olvidaste hacia a dónde querías ir. Y es que no obsesiona tanto llegar que muchas veces se nos olvida porqué habíamos comenzado a correr hacia ello.
Quizás miras hacia dónde vas, pero ¿sabes por qué?
¿Será que todavía quieres lo que sigues persiguiendo?
Cuestionarte va más allá de empaparte con duda, cuestionarte es una forma de recordar el porqué de las cosas que habías elegido en un principio. Cuestionar es asegurarte de que el camino en el que estás todavía sigue siendo el que quieres recorrer.
Pero vivimos tanto en automático que se nos olvida que estamos al volante, y que en cualquier momento podemos virar a la izquierda o a la derecha si nos cansamos de seguir la línea.
Y se vale cambiar de rumbo, pero es absurdo hacerlo si no entiendes para qué lo haces.
Piensa en el para qué, y deja que la vida se encargue del cómo. Desacelera y enfócate en la dirección que realmente quieres tomar. ¿Cómo se ve el camino? ¿Te alcanza la gasolina? ¿A quién llevas contigo? No necesitas saber todos los pasos, solamente el siguiente que quieres dar en este momento. Lanzarte, con todo y miedo.
Porque si no saltas la vida va a encontrar la forma de empujarte.
Creo que acostumbrarnos a hacer las cosas con miedo nos hace ver la situación como un desafío más que como una catástrofe. Claro que no es fácil, nada que vale la pena realmente lo es, y esa es la belleza de volver a -luchar- por las cosas que en verdad queremos, de ponerte la armadura y atreverte en lugar de lamentarte por no saber que te venías equivocando.
Mira que arrepentirse entretiene, pero no te lleva a ningún lado.
Que no te asuste comenzar. Mejor dale un espacio a esas segundas primeras veces. Pausa, y empieza, otra vez. Quita el pie del acelerador y que no te importe que el resto de coches sigan andando.
Acuérdate que siempre estas a tiempo, si el ritmo es tuyo.
te quiero,
g.
¡Gracias por leer ¿Aló?!
Por si no lo sabías tengo un libro con los escritos que me ayudaron a sanar. Se titula: “Los pájaros tristes también cantan”
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Gracias por estar.
-lunatintaypluma
Gaby en Quito como consigo tu libro?